Marco Borriello, el chulo de la semana, tías!

Cuando leí que Marco Borriello sentía curiosidad por el mondongo de Beckham, inmediatamente yo sentí curiosidad por el suyo. Puro mimetismo insustacial, tías. Vamos, que si no hago lo que veo, me meo.

Si ahora vosotras sentis el mismo impulso curioso por el mio, relajaos. Yo tengo una lengua bífifa y excepcional; pero un bulto convencional, os lo digo como amiga, tías.

Por donde iba que me voy... Ah, si, hablabamos del paquete de Marco Borriello, ese Italiano que se gana la vida dandole pataditas a una pelota en Milan y espera con ansia la llegada del marido de Victoria para comprobar con sus propios ojos si calza lo que parece en los anuncios de Armani, o todo es fruto del artificio de los directores de arte y su dominio del algodón industrial.

Sigue después del salto, tías, e ilustrado a todo color...

Por la escena fotografica que Marco vive en la playa, no sólo no tiene nada que envidiarle al Inglés por delante, tampoco por detras. Está para comerselo entre pan y pan. Panceta para Falete, gintonic para Naty Abascal, farlopa para Amy, Manolos para Victoria tías, feten, feten; aunque tenga ese rollo macarril italiano de quincalla colgada del pescuezo y fardapollas engangrena pelotas. Un rollo Cristiano Ronaldo; pero de pelo chupado hacia atras, con bucles mechados de hortera de playa. Pecata minuta, tías. Le hacía más favores que Falete a su charcutero.










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